Hace solo dos minutos que me acaba de llegar un mensaje de esos que nunca esperas recibir pero que por desgracia llegan.
No tuve la oportunidad de conocer a Pablo, aunque he visto muchas fotos suyas y he estado en contacto con sus padres ya que son muchas cosas las que tenemos y tendremos en común. Desde ayer mi cabeza solo estaba puesta en este pequeño y sus padres. No estaba centrado en el trabajo y solo daba vueltas y pensaba en su estado y sobre todo en cómo lo estarían pasando sus padres.
Hoy he estado en el hospital a ver qué tal estaba Lucía, que poco a poco y con sus cosas va tirando, y me han dicho que Pablo estaba bastante mal.
Al recibir el mensaje se me ha puesto la carne de gallina y mi mente vuelve otra vez a sus padres. Me imagino la angustia y pena que ahora mismo tienen y se me hace un nudo en el estómago. Siempre pensé que el nacimiento de un hijo te cambia la vida, pero nadie se puede imaginar lo que te marca su pérdida y siempre lo diré, solo los que hemos pasado por esto sabemos lo que significa. Personalmente creo que es lo peor que te puede pasar en la vida.
En estos momentos me gustaría salir por la puerta e ir a verles, contarles lo que yo he vivido, mi experiencia y decirles que es duro, muy duro, pero que siempre tiene que haber algo en la vida por lo que merezca la pena seguir luchando y en su caso tienen su pequeña que nacerá en Febrero y que en parte calmará todo el dolor que estarán sintiendo ahora. El camino será difícil, habrá días malos, otros no tan malos y muchos peores, pero poco a poco los días buenos van apareciendo. Yo todavía no soy capaz de dormirme sin que se me escape una lágrima porque no hay noche que no me acuerde de David y de cuando me quedaba con él en la hamaca hasta las 2 ó las 3 de la mañana intentando dormirle..... dudo que algún día lo pueda olvidar.
Los papás de Pablo para nosotros son un ejemplo, cuando Pablo tuvo un gran bache antes de verano ellos decidieron ir a por un hermanit@ y lo consiguieron. Fue la mejor decisión que seguramente hayan tomado en la vida después de la decisión de luchar por Pablo.
Su historia con Pablo es bastante similar a la nuestra, e incluso seguro que Jorge (otro maratoniano) soñaba como yo poder algún día entrar en la meta con nuestros hijos en brazos. Por desgracia nunca lo podremos hacer con ellos, aunque si que lo haremos con sus herman@s. Yo ahora cada vez que corro, cada vez que paso por la meta tiro un beso al cielo porque aunque no esté en mi brazos, siempre le llevaré en mi corazón.
En estos más de nueve meses sin David he leído de todo, oído de todo y siempre intentas quedarte con aquellas frases que más te llegan. No se a quién o dónde escuché o leí que las personas mueren solo cuando las olvidamos y que razón tiene esta frase.
También el paso del tiempo te hace reflexionar y pensar sobre lo pasado y sobre el tiempo en el que todo el mundo luchaba por su vida y viendo ahora en la distancia todo, si Dios se llevó a David por algo sería, su razón tendría. Con Pablo seguro que ha pasado lo mismo. El Cielo está escaso de Ángeles de la Guarda, de Estrellas Fugaces y él se encarga de llevarse a esos niños que son especiales y que él sabe que desde arriba cuidan a todas las personas que les quieren.
Hoy en el cielo tenemos un angelito más. Espero y deseo que sus padres aprendan pronto a saber convivir con su pérdida y que poco a poco recuperen la fuerza y la alegría y sobre todo, que Vega nazca llena de salud y sea capaz de llenar el corazón de sus padres.
Pablo, aunque como te he dicho no te conocí, siempre tendrás un lugar en nuestros corazones.
David, hijo, donde quieras que estés, te echo de menos. Espero que Mario, Pablo y tú estéis juntos y cuidéis de nosotros.
Hace 7 años
